Hola qué tal festival. Hace poco
llegué a mi casa (este post comenzó a ser escrito el jueves 26/05), una vez más
estoy resfriada, una vez más estoy agotada, pero en este preciso instante me
siento particularmente alegre porque en todos los meses que llevo trabajando,
nunca había podido llegar a mi casa con suficiente energía para poder escribir
de forma medianamente competente. Yo no pretendía escribir hoy y mucho menos
sobre este tema, pero un tweet que recibí mientras me preparaba un tecito antes
de meterme a la cama me motivó a finalmente actualizar y zanjar un tema que,
siento, nunca terminé de dejar claro: mi
opinión y mi experiencia con las mochilas Kanken.
Como quizá algunos ya sepan, hace
alrededor de un año adquirí mi primera Kanken en un intento de mejorar mis
problemas a la espalda. Emocionada y, hasta entonces, satisfecha, escribí una
entrada aquí mismo contando mi experiencia, hasta que un buen día me di cuenta
que la Kanken que había comprado como original era en realidad una imitación.
Esto no habría sido ningún problema (porque la mochila funcionaba bien) si no
hubiese sido porque había pagado el precio de una original por ella, el que
había sido bastante alto (casi $50.000) y nada fácil de ahorrar.
Me puse pesada con la persona que
me había vendido la mochila y raudamente me devolvieron mi dinero. La Kanken
falsa me había salido tan buena que pensé en volver a adquirir una igual por el
precio real que tienen (el cual, lógicamente, es menor que el de una original) pero
como quería una mochila que me durara la mayor cantidad de tiempo posible y ya
me había organizado tanto mental como financieramente para gastar esos $50.000,
decidí lanzarme y comprarme la misma que me había comprado antes, pero esta vez
de un vendedor autorizado y asegurándome de que fuera una mochila original. Alegre
con el buen desenlace de mi historia decidí hacer un video contando mi
experiencia con la estafa y pasando el dato de todas las formas en las que,
descubrí, se podía verificar la autenticidad de una mochila Kanken, sin embargo, por
motivos en los que no ahondaré, borré el video.
El video borrado dejó la
información que inicialmente había querido compartir un poco al aire. Como no
he borrado el post en el que “comparto” o “anuncio” el video de “El caso
Kanken” (siempre me gustó ese título), varias personas han llegado al post
pensando que van a encontrar información que les podría ser de ayuda pero al
final: nop, no está. Lo mismo con las personas que llegan a mi post en el que
cuento mi primera experiencia con las Kanken, pero al final resulta que no vale
porque la mochila no era la que se suponía que era.
Una de las cosas que siempre ha
enriquecido más mi corazón ha sido el sentir que puedo ayudar a alguien aunque
sea en la forma más mínima compartiendo lo que sé, lo que he experimentado o lo
que me gusta. Es, por lo mismo, que siempre me ha gustado compartir datos y
experiencias que han aportado positivamente a mi vida y que podrían,
potencialmente, aportar a la vida de alguien más; desde un buen libro hasta la
página a través de la cual los encargo o una mochila que ha disminuido mis
sufrimientos de la espalda.
Desde que borré el video de “El
caso Kanken” he recibido varios e-mails y mensajes por Facebook e Instagram de
personas que aún desean saber cómo distinguir una Kanken original de una
imitación o que aún no están seguras de si vale la pena adquirir una y gastar
la millonada de dinero que valen. Aunque he intentado ayudar a cada una de esas
personas individualmente, llevo ya un tiempo sintiendo que la forma más
eficiente de cooperar en este tema era simplemente escribiendo un post
actualizado sobre él. Así que aquí estoy, para escribir mi “ultimate post sobre las mochilas Kanken”
y compartir con ustedes lo que me parecen las mochilas tanto después de haber
tenido una falsa como ahora que llevo ya más de medio año con una verdadera.
Mencionaré, también, todas las formas que recopilé de internet para diferenciar
una Kanken original de una imitación y la forma en la que me di cuenta que me
habían estafado.
Después de aquél tremendo
preámbulo, intentaré ser concisa.
La historia
Tal y como mencioné un poco más
arriba, me decidí a adquirir una Kanken porque quería una mochila que fuera
bonita pero además fuera reconocida por aliviar el peso en la espalda. Me
habían dicho que las Kankens eran además impermeables, muy resistentes (que
personas que las habían comprado cuando iban al colegio, a los 40 años seguían
usándolas) y que además mejoraban la postura, por lo que después de varios –
largos - semestres universitarios cargando el notebook en una mochila Jansport,
sufriendo de la espalda y empeorando mi ya mala postura, me decidí a hacer la
inversión.
La primera Kanken (falsa) la compré a través de la página www.wandererco.cl. Afortunadamente, según estuve mirando, la página ya no vende Kankens y ahora se limita a vender sus mochilas propias (bien). La mochila llegó bien, a primera vista todo lucía auténtico, y cumplió inmediatamente con lo que necesité: aliviar la espalda. Esto parece ser una facultad de la forma en la que están dispuestos los tirantes de la mochila, son cruzados.
La primera Kanken (falsa) la compré a través de la página www.wandererco.cl. Afortunadamente, según estuve mirando, la página ya no vende Kankens y ahora se limita a vender sus mochilas propias (bien). La mochila llegó bien, a primera vista todo lucía auténtico, y cumplió inmediatamente con lo que necesité: aliviar la espalda. Esto parece ser una facultad de la forma en la que están dispuestos los tirantes de la mochila, son cruzados.
La Kanken falsa cumplía con:
1. Resistir bastante bien al agua
2. Aliviarme la espalda
3. Ser bonita (frívolo, pero para
qué estamos con cosas si yo quería una mochila bonita)
Sin embargo, comencé a sospechar
de su autenticidad después de dos señales:
1. Juntarme con una amiga que
tenía una Kanken original y darme cuenta de que tanto la tela como los broches
de nuestras mochilas eran distintos
2. Al mes de uso, darme cuenta que los cierres de la mochila se estaban pelando y la mochila se estaba deshilachando por dentro cuando las originales prometen durar una vida.
Alarmada por estas dos señales, investigué en internet y encontré varios detalles en los que fijarse a la hora de juzgar si una Kanken es original o no. Hay algunos signos que todavía me parecen un poco imprecisos, así que compartiré los que a mi juicio me parecen los más prácticos (y adjuntaré fotos, EEE). Cabe destacar que estoy lejos de ser una “experta en Kankens” por lo que sugiero llevar a cabo una investigación exhaustiva y personal antes de intentar devolver una mochila por presunta estafa.
Formas de identificar una Kanken original versus una imitación
1. En primer lugar, la tela. La tela de las Kankens
originales es lisa (al menos todas
de las que he sabido a lo largo de mi vida) y no debería notarse el “entramado”
del hilo. La primera Kanken que me compré, la falsa, estaba hecha de una tela y
un entramado como con un “punto” más notorio.
2. En segundo lugar, es
importante fijarse en la etiqueta
que viene al interior de la mochila y trae escrito el modelo de ella. Existen
distintos tipos de modelos de mochilas, por lo que tendrán que buscar en
internet el número de la de ustedes, pero lo más importante es que la etiqueta
sea de una especie de plástico que parece tela
y donde se puede ver el entramado y que tenga bien
escrita el nombre de la marca: Kanken, con un circulito sobre la A. En mi
Kanken falsa el nombre venía escrito con un tilde (Kànken, muy chanta).
Las dos anteriores son, en mi
opinión, las formas más reveladoras de distinguir una Kanken original de una
imitación y fueron las que confirmaron la estafa que me habían hecho, sin
embargo, hay dos detalles más que se pueden considerar para estar todavía más
seguros.
3. Los “broches” de la mochila o los “cositos” con los que se ajustan los
tirantes en modo bolso en lugar de modo mochila deben tener en su interior la
inscripción “WASA 6” y el costado de los
cierres deben decir “Z” o “N” (depende de cómo se mire el cierre) e “YKK”.
4. El entramado de los tirantes debe ser grueso. No debe parecerse al
entramado de los tirantes de una mochila corriente, sino que deben ser
particularmente gruesos.

En lo que respecta a mi opinión
actual sobre la mochila, creo que el tiempo que llevo con ella más la
experiencia que tuve con la Kanken falsa me han ayudado a observar tanto sus
virtudes como defectos con más objetividad; concretamente creo que es una buena
mochila, pero es menos espectacular de lo que pintaba antes de que la comprara.
Como soy una ñoña y me gusta hacer gráficos y tablas explicativas, hice una que también resume mi experiencia:
Primero quisiera eliminar un mito
inmediatamente: la mochila no es
impermeable. Al menos no la Kanken classic, que es la que yo tengo y la
que, según he visto, parece ser la más solicitada. No se moja inmediatamente
pero la otra vez que llovió fuerte sobre Santiago, si bien mis cosas no se
empaparon, sí se humedecieron, por lo que no sugeriría que este fuera el motivo
principal para adquirir una Kanken. Si no me equivoco creo que existen otras mochilas
de la marca que son impermeables, además Fjallraven es una marca outdoor, pero
el modelo clásico de Kanken no lo es y esto es algo que también reforzó el
vendedor que me atendió en Volkanica, la tienda distribuidora oficial de
mochilas Kanken donde compré la mía.
En lo que respecta a la
impermeabilidad de la mochila, quisiera añadir que la primera Kanken que tuve,
la falsa, creo que al ser de un material más plástico que “telístico”, a pesar
de que no era estrictamente impermeable, repelía más el agua de lo que lo hace
la Kanken original. Esto también le permitía mantenerse más limpia de lo que se
mantiene una Kanken auténtica, aspecto que ha resultado un poco irritante: las
Kankens originales se ensucian con extrema facilidad y lavarlas es un poco
latero.
En lo que respecta a aspectos
positivos de la mochila, creo que lo más destacable ha sido la durabilidad de
la mochila y la promesa que más se cumple: aliviar la espalda. La mochila no es
mágica, pero insisto en que la disposición de sus tirantes algo logra,
distribuyendo mejor el peso, generando menos dolores de espalda y si bien quizá
no mejora la postura, al menos no la empeora, cosa que sí hacen otras mochilas.
Resumiendo y comparando mi Kanken original con la experiencia que fue
la falsa, voy a emitir un juicio polémico: creo que el único motivo por el
que valdría la pena gastar $50.000 (ahora creo que incluso subieron un poco de
precio) sería si quieren una mochila que les dure durante mucho tiempo. Es
aquél, de hecho, el único motivo por el que no me arrepiento el haberme
comprado la Kanken original en un lugar de haber ocupado el dinero que me
devolvieron en comprarme una falsa a precio “apropiado”.
Por otro lado, si buscan una
mochila bonita aunque quizá no muy duradera, que alivie la espalda, que “se
porte bien” durante las lluvias (aunque no sea impermeable) y que no se ensucie
con demasiada facilidad, creo que una imitación de Kanken, adquirida a precio
no-de-estafa (si bien creo que no son baratas, al menos cuestan menos que una
original), valdría más la pena. De hecho, si en algún momento tengo dinero y
tengo ganas de comprarme otra mochila, creo que buscaré una Kanken falsa de un
color bonito, un precio razonable y chaopescao.
Como soy una ñoña y me gusta hacer gráficos y tablas explicativas, hice una que también resume mi experiencia:
Criterios
|
Kanken original
|
Kanken falsa
|
Impermeabilidad
|
NADA
|
NADA
|
Resistencia al agua
|
Ahí nomás
|
Decente
|
Belleza
|
Total
|
Total
|
Resistencia de material
|
Alta
|
Ahí nomás
|
Alivio de espalda
|
Total
|
Total
|
Resistencia a la suciedad
|
NADA
|
Decente
|
Precio
|
CARISIMA
|
Decente
|
Eso sí, si necesitan una mochila bonita, que no les destruya la
espalda y que además sea GRANDE, les
recomendaría la línea Kanken pero en sus otros modelos: Maxi y Big. Si bien son
carísimas, creo que resultan realmente
eficientes y seguras para alguien
que necesita cargar con muchas cosas y mucho peso. De hecho, conozco a una
persona que estudia arquitectura, tenía que cargar regularmente con infinitas
cosas, su espalda se estaba destruyendo, pero desde que adquirió una Kanken de
las GRANDOTAS su vida mejoró porque ahora podría guardar todo en la mochila de
forma cómoda.
Dicho lo anterior, creo que estoy
lista. En lo que respecta a los lugares para comprar las mochilas, creo que de
las falsas se pueden adquirir con facilidad en Aliexpress y Ebay, aunque no me
consta, y las originales se pueden comprar en el Drugstore, Providencia (en una
tienda cuyo nombre no recuerdo), Volkanica (Suecia 0119, Providencia, Santiago)
y creo que http://www.ilovemykanken.com/
también hace despachos a Chile. Espero que esta información sirva de ayuda y ya
no se generen más confusiones con mis otros posts. Ahora me voy a seguir bailando en pijama y leyendo “The turn of the screw” de Henry James.
Muchas gracias por leer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario