Y Julio llegó y antes de
que pudiéramos terminar de hacer todo lo que habíamos planeado para estas
vacaciones, se fue, tan fugaz y escueto como la poca lluvia que ha caído sobre
Santiago este invierno. Han sido días tranquilos, flojos y aunque honestamente
siento que he dormido lo suficiente para no tener que volver a cerrar los ojos
nunca más en la vida, lo cierto es que nunca parece ser suficiente descanso,
especialmente considerando lo duro que ha estado este año y que ahora se viene
la parte más dura de él.
Hoy vengo a hablarles del
último libro que me terminé (The Curious
Incident Of The Dog In The Night-Time) pero – tal y como mencioné en Instagram
– no podía proceder sin antes hacer una referencia a mi
cumpleaños recién pasado: el 9 de Julio cumplí 22 y creo que ha sido
honestamente uno de los mejores cumpleaños que he tenido. Inicialmente
pretendía contarles todo en detalle, pero hay tanto bonito que decir al
respecto que la posibilidad de no poder narrar todo al 100% me angustió en
mi TOC y decidí guardármelo. Lo que sí puedo decir, es que fue un día hermoso
en el que estuve rodeada de amigos, cariño, regalos, comida y tantos gestos de
afecto que aún parece surreal.