Es sábado por la tarde
(al menos lo era cuando comencé a escribir esto). Después de varios días
seguidos de calor infernal, afuera llueve, la temperatura desciende, un café
con leche humea en mi velador y la Misiu se me acurruca entre las mantas que me
cubren mientras escribo esto. Han sido días agradables; se acabó mi práctica,
se acabaron las clases en mi universidad, y tan solo falta que me den un par de
notas para saber si ya estoy oficialmente de vacaciones o no. El jueves pasado
cumplí mi sueño de poder subirme y andar “por mi cuenta” en un longboard y hoy, después de 10 años,
volví a patinar (en patines). La productividad y la emoción de las vacaciones
comienzan a sentirse.
Además de lo anterior,
hace un par de días me terminé Not Forgetting The Whale, el segundo libro que me envió Bookdepository para
reseñar, y hoy vengo a contarles lo que me pareció.

¿Cómo iniciar esta reseña? En general, si el libro me gusta, no puedo aguantarme la emoción y de inmediato les espeto en la cara lo mucho que me encantó. Sin embargo, a pesar de la hermosa portada (la más bella que tenido en mis manos), y de que el amable autor del libro comenzara a seguirme por twitter – quizá – con la eventual esperanza de que me transformara en una de sus seguidoras/lectoras frecuentes, lamento decir que ésta no es la ocasión.
Antes de comenzar a
escribir esta reseña, eso sí, me propuse que independiente de lo que me
pareciera de forma predominante, mencionaría en primer lugar los aspectos
positivos del libro, que no son pocos. Porque si hay algo que me pareció
destacable de Not Forgetting The Whale, aunque no me gustara, es que es un
libro que se nota que fue escrito con cariño y con dedicación.
Not Forgetting The Whale narra las peripecias de Joe Haak, un matemático
trabajando como predictor económico, al escapar de su lugar de trabajo después
de dejarlo aparentemente en la bancarrota tras la errónea predicción hecha por
un programa que el mismo construyó, Cassie (así se llama el programa).
Atormentado por el desastre causado y la eventualidad de irse a la cárcel y
perderlo todo, Joe Haak escapa hasta donde
el diablo perdió el poncho y llega a St. Piran, un pueblito costero donde
todos son amigos y cooperan entre sí. Su llegada al pueblo, que no es
precisamente tradicional, va vinculada con la aparición de una ballena delfín
que, aunque esporádica y casual, se hallará presente hasta el final del relato;
mientras el mundo parece sumirse en un apocalipsis que afortunadamente no
tocará de forma tan violenta a St. Piran gracias al aislamiento que en
oportunidades anteriores habría podido ser considerado negativo, y la bondad y
generosidad de Joe.
Not Forgetting The Whale
está escrito de forma amable, tiene un Inglés muy sencillo pero bonito, y es de
muy rápida lectura (considerando el agotamiento de la universidad y la cantidad
de distracciones que he tenido últimamente, hace tiempo que no podía terminarme
un libro en menos de un mes). Como recurso, utiliza saltos temporales que le
añaden una ligera pero estéticamente agradable complejidad a la narración,
presenta bellas y entrañables imágenes de un pueblo costero y su gente, utiliza
recursos tanto sociales como físicos que lo contextualizan en el presente
(tecnología, redes sociales, la cotidianidad y el no-escándalo ante personajes
homosexuales), propone un interesante contraste entre la vida citadina centrada
en el interés personal versus la vida en comunidad de un pueblo, y finalmente
desarrolla un escenario apocalíptico realista y convincente.
Sin embargo, ahora vienen
los peros.
A mí parecer, a mi
lectura, en mi opinión, Not Forgetting The Whale tiene – lamentablemente –
muchos peros: en los personajes, en
la narración, en el desarrollo de la trama. Tendría que hacer muchos spoilers para poder especificar cada uno
de los puntos como me gustaría, pero intentaré ser lo más concreta posible sin
dar tantos detalles del libro, en caso de que alguien todavía quisiera leerlo
después de ésta crítica.
En primer lugar, los personajes. Los personajes de Not
Forgetting The Whale son simpáticos, entrañables, dulces, amables y son todos buenos (aunque a ratos parecieran
identificarse personajes antagónicos, lo cierto es que ninguno lo es realmente).
También son numerosos, y el autor se da el tiempo de entregarle al lector una
pincelada de cada uno de ellos. Sin embargo, el problema es– sentí – que
absolutamente ninguno de los personajes estaba realmente desarrollado. El
personaje principal sí, quizá no de la forma que me habría gustado, pero
considerando que son más de 350 páginas que circulan a su alrededor, sí está
algo desarrollado. Pero hasta ahí nomás llega. Absolutamente todos los demás
personajes, incluso los secundarios con destacables relevancias, son
desarrollados de forma tan superficial que a ratos se dificulta la validez de
los distintos tipos de vínculos que el personaje principal desarrolla con
ellos.
En segundo lugar, la narración. La narración en general
está bien, tal y como decía anteriormente, Not Forgetting The Whale es un libro
que está escrito de forma amable, bonita y en general eficiente. Las críticas
que tengo al respecto no son muchas ni muy importantes pero no podía
guardármelas: lo que me incomodó más fue la predictibilidad. Por supuesto, no toda la obra fue predecible, pero
sí importante número de diálogos, eventos, situaciones. Y lo que como lector se
podía predecir, no era precisamente satisfactorio.
Ahora, el desarrollo de la trama. Creo que
éste aspecto es el que tendrá más peros.
¿Por dónde partir? Creo que lo que más me desagradó de la novela fue la tajante falta de realismo en muchas
circunstancias. La falta de realismo en la literatura nunca es un problema, a menos que estés intentando escribir una
novela que luzca realista (dah) y aquél era el caso de éste libro. Si bien
anteriormente mencioné que el escenario apocalíptico había sido logrado muy
bien de forma realista, es lo único. El autor daba muchos datos para hacer
situaciones inconcebibles sumamente factibles, lo que de haber sido realizado
correctamente podría haberse logrado, pero en general quedaban muchos cabos
importantes sueltos que daban como resultado un escenario incompleto e
incoherente.
Por ejemplo, un spoiler no muy importante: hay una
parte en que el personaje principal organiza a todo éste pueblo, St. Piran,
para salvar a una ballena varada (la
ballena). Primero, la forma en que el narrador de la historia justifica que
todo el mundo acudiera al llamado de éste extraño era que “había algo en él…”
(okey). Segundo, Joe no solo convoca a un par de personas, sino que
espectacularmente todos con quienes se encontraba quedaban tan convencidos con
su mirada y su llamado de ayuda que no solo iban ellos, sino que convocaban a
absolutamente todas las personas que conocían, provocando que literalmente todo
el pueblo terminara en la playa para ayudar, ya. Todo esto lo concedo, a
regañadientes pero lo concedo. Sin embargo, posteriormente se narra cómo Joe,
con sus habilidades de liderazgo y la admiración irracional del pueblo para con
un extraño cuyo único logro fue varar pilucho en sus playas, logra dar
instrucciones y organizar verbalmente a
todo el pueblo para salvar a la ballena. Así nomás, en una playa, sin
megáfonos, sin acústica, a pulmón pelado: organizar a prácticamente todo un pueblo.
Esta parte me pareció llanamente desprolija, y me molestó mucho porque habría
sido muy fácil darle un realismo acabado diciendo “y encontró un megáfono en no
sé dónde y organizó a toda la gente”, pero no.
Así como en el caso anterior,
el libro está repleto de semejantes situaciones con una falta de realismo
visceral. Y un punto que empeora todo, es la absurda cursilería de muchos
eventos o muchos argumentos dentro del libro. Yo soy una persona sumamente
cursi, pero gran parte de la cursilería presente en el libro era sencillamente
tan torpe, tan poco realista, habiendo podido afirmarse de la emocionalidad
tanto de los personajes como del lector, que me molestó profundamente. Un
ejemplo de la cursilería del libro sin hacer un spoiler muy inmenso: el libro entero termina sustentándose en el
hecho de que la humanidad resulta ser buena y cooperadora en tiempos de crisis
¿qué puede ser más cursi y (a mi parecer) menos realista que eso?
Otro pero importante: la rarísima
e incompleta emocionalidad de los personajes. Esta me pareció una falencia
grave. El libro a ratos tiene indicios de bastantes tipos de contenido:
misterio, crimen, romance. Ninguno de los temas termina desarrollándose
propiamente, pero el de “romance” tiene algunas apariciones más numerosas para
ser considerado. El tema es que el romance en el libro es llanamente bizarro.
Acá algunos pequeños spoilers para
ejemplificar, si no quiere leerlos, sálteselos:
1. Primero resulta que a
Joe le empieza a gustar Polly, la esposa coquetona del párroco del pueblo. Todo
bien hasta ahí, el coqueteo es mutuo, la relación tiene potencial de un romance
interesante. Sin embargo, el coqueteo se ve repentinamente interrumpido por
asuntos de la trama sin que Joe y Polly puedan manifestar lo que sienten el uno
por el otro; toda su relación queda reducida a miradas y pestañeos coquetones,
absolutamente nada más. Concedámosle a los personajes que pueden haberse
enamorado a primera vista, esas cosas pasan, especialmente en los libros; sin
embargo, llega un punto en que durante 2/3 del libro Polly y Joe no pueden
comunicarse, y no es que Joe transforme el amor que siente por Polly en una
suerte de animita, como muchos héroes románticos de la literatura han hecho;
Joe tan solo se acuerda de Polly de vez en cuando con ese “ay me gusta” del
principio. Todo bien hasta aquí, nada
raro. El tema es que cuando finalmente se comunican, resulta que Joe la ama, la ama ¿qué? ಠ_ಠ Y le declara
su amor y todo, y Polly reacciona como si ello fuera sumamente obvio pero contestando
que es imposible que estén juntos, porque él no es para ella o ella no es para
él. La verdad es que no queda muy claro porque la sarta de argumentos que
suelta Polly no tiene mucho sentido. Y todo partió como un coqueteo, y quedó
como un coqueteo, y ninguno de los dos se acordaba tanto del otro pero resulta que se amaban ¿okey? ಠ_ಥ Todo resulta tan
confuso e inconexo como la desprolija redacción con la que lo describí.
2. Otro ejemplo de la
bizarra emocionalidad de los personajes: durante todo el libro se sabe que Joe
escapó de Londres tras dejar la aparente embarrá
con su programa predictor económico. Una de las personajes, Demelza, el
estereotipo de la escritora romántica, sola, fumadora y de ideas liberales,
está ensañada con que Joe realmente escapó por otro motivo de Londres. Demelza
insiste en que podría haber sido una muchacha, y cuando en un momento Joe dice
que sí, que “podría ser”, resulta natural pensar en una mujer con la que Joe
tenía affairs en la oficina porque
hasta entonces no se ha mencionado jamás
a absolutamente ninguna otra mujer con la que Joe podría haber tenido algún
tipo de vínculo. Pero no. Casi al final del libro, de pronto, de la nada, Joe cuenta la historia de esta mujer: Clare,
de la que supuestamente estuvo enamorado porque ella le movió el poto (literalmente), fueron a comer, y se acostaron.
Concedo que Joe podría haber estado enamorado de ella, la literatura y la vida
real está repleta de personajes idealistas que ven amor en la llana reacción de
la carne (yo soy un poco así, ñoña y cursi), pero lo que me parece ridículo es
que se pretenda que nos traguemos que esta tal Clare fue importante para Joe
cuando la menciona incidentalmente tan solo al final del libro, y durante todo
el resto de la narración ni siquiera se
acuerda de ella, Clare ni siquiera parece existir (al contrario de otros
personajes que sí existen de forma uniforme durante el resto de la novela, y
que son importantes para Joe aunque no se hallen físicamente con él
compartiendo en sus peripecias).
Como éstos dos ejemplos
anteriores, podría dar varios más en los que la forma en que las emociones de
los personajes funcionaban me dejaban con la poderosa sensación de “¿Qué hueá?”,
pero terminaría contándoles todo el libro.
Otro aspecto que me
molestó profundamente y que diría es lo que menos me gustó de todo el libro
fue: el final. Pero esa parte no se
las puedo contar, aunque me encantaría. Si algún día alguien quiere saber qué
fue lo que me dejó indignada del final, siéntase libre de preguntármelo y se lo
puedo contar por una vía menos pública.
Para finalizar mis
críticas – lamentablemente – negativas del libro, quisiera mencionar la nula
emocionalidad que el libro me produjo como lectora. No me emocioné en ninguna
parte, no se me apretó el corazón en ninguna parte, no me asusté en ninguna
parte, no sufrí en ninguna parte. El ente antagónico del libro, que no es
ningún personaje sino que más bien “el apocalipsis” y los propios demonios del
personaje principal, no son especialmente intensos, ni desarrollados, y se
solucionan muy rápido.
Al final, mi amor por el
libro terminó siendo inversamente proporcional a mi amor por su portada, lo que
nos lleva a la histórica lección de: la
portada no significa absolutamente nada del interior del libro.
¿Si recomendaría este
libro? Sinceramente, no. No es un
libro pésimo, no me malentiendan. Tal
y como mencionaba anteriormente, es un libro que se lee rápido, de Inglés
sencillo, y que no demanda un especial esfuerzo de parte del lector para
tomarlo y abrirlo. Pero es un libro MEH. Un libro que no deja
lecciones, no suscita especiales reflexiones en el lector, no emociona, no
entretiene especialmente, y un libro que personalmente olvidaré con rapidez.
Existiendo tantos libros que logran precisamente lo contrario (sí emocionan, si
hacen reflexionar, si entretienen) me parece una pérdida de tiempo y energía el
intentar leerlo si tus circunstancias no te obligan a ello.
Estimado John Ironmonger,
gracias por seguirme en twitter, pero no me gustó su libro, lo siento de todo
corazón. Con una portada tan bonita, realmente quise disfrutar de su libro,
pero no se pudo. Aprecio de todas formas el cariño que le puso a la
construcción de su obra.
Ahora me iré de lleno a
seguir con el suspendido Dr. Zhivago, y espero volver pronto una crítica un
tanto más positiva que ésta. ¡Por
cierto! Para los que todavía no sabían o no participan, les cuento que
estoy llevando a cabo un concurso
en el que regalaré el libro que el ganador quiera de máximo 20 dólares en
Bookdepository. Para más información, click aquí. Y como siempre, muchísimas gracias por leer <3 por comentar, por
su apoyo, y por la simpatía que siempre me transmiten ¡Ahora mismísimo me
pondré al día contestando los comentarios! Un abrazo muy grande.
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