Y se terminó la primera semana de
clases EEE, lo que significa que todavía tengo un instante para
mí, mi escritura torpe y el blogsito antes de que el semestre se ponga hardcore
y tenga que dedicar hasta el tiempo que utilizo para ir al baño para estudiar y
hacer trabajos.
Hoy vengo a contarles de algo que
espero sirva de ayuda y ligera relevancia pública, pero antes, hay algo que
tengo que decirles sobre los comentarios… y me daré la
libertad de ponerme cursi y contarles una historia cursi.
Cuando estaba en el colegio,
nunca salía de la sala porque me daba miedo la gente. Me daban miedo las aglomeraciones
de adolescentes frente al baño, me daba miedo que me miraran y se rieran, me
daba miedo que notaran mis imperfecciones (tanto físicas como psicológicas) y
mi completa insignificancia. Nunca fui popular. Siempre fui (y todavía siento
que soy) de las antisociales, de las raras, de las muy ñoñas. Me sudaban las
manos y se me bajaba la presión cuando la profesora de gimnasia mezclaba los
cursos para hacer equipos de handball, porque me daba miedo hablarle a
cualquier persona que no fuese de mi curso. Me daba miedo que se rieran, que me
encontraran tonta, fea, ridícula, fome. Y toda mi vida me sentí
poco popular.
No es que las cosas hayan
cambiado demasiado, pero no puedo ignorar el hecho de que repentinamente aparecieron
400 seguidores nuevos en Instagram y repentinamente pasé de recibir solo
comentarios de mi mamá sobre lo que escribía en el blog, a recibir una cantidad
considerable de comentarios de personas desconocidas. Comentarios positivos,
comentarios bonitos, amables, dulces, simpáticos, de personas que no tienen por
qué hacerlo, de personas que no están comprometidas conmigo, sin embargo se dan
el trabajo de escribirme algo, de apoyarme.
No sé cómo pasó esto, pero no
puedo no-decir que me emociona un montón y que de cierta formase siente como
empezar a cumplir un pequeño sueñito, el sueñito de que lo que escriba le
interese a alguien. Espero que esto que estoy diciendo no espante a nadie
(típico que me pongo llorona y agradecida y todos desaparecen AJAJAJA qué
triste). Pero realmente necesito agradecerles. Necesito agradecerles por
los comentarios bonitos en Instagram, por los comentarios preciosos en el blog.
Porque por primera vez en mi vida siento que todas las tonteras que hago le
interesan a alguien, y no solo interesan, sino que han motivado a algunos,
entusiasmado a otros, e interesado en la lectura a otros más.
Además de agradecerles, vengo
también a disculparme en caso de que por algún motivo no conteste algún
comentario. Hace algún rato estuve revisando todos los comentarios sin contestar
que tenía pendientes, y encontré algunos de hace más de dos meses que
creía haber contestado pero que no tenían respuesta. Me apenó mucho, porque
cuando yo escribo comentarios también espero recibir alguna respuesta, aunque
sea cortita; pero por motivos que no comprendo, esos comentarios (que algunos
sí había leído, y otros me eran completamente desconocidos y nuevos) no tenían
respuestas.
Soy muy pava, y no puedo jurar
que eso de que no conteste comentarios no vuelva a ocurrir. Sin embargo, quería
dejar muy en claro que leo absolutamente todos sus comentarios (todos
los que Disqus me avisa que me dejaron :-( porque había uno que Disqus no me
mostró y me sentí completamente trolleada porque no lo había leído) y
que los agradezco y disfruto y guardo profundamente en el fondo de mi corazón.
Ahora, después de este preámbulo
muy – muy – cursi. Quería proceder a lo que realmente podría ser de un poquito
de interés público y es:
Tanto como lectora, como futura profesora de Inglés (YIA, DALE COLORS) considero que leer en un idioma que no es el propio es una de las mejores formas (por no decir LA mejor forma) de aprenderlo. Mi abuela, Polaca, aprendió Español después de los 18 años básicamente leyendo literatura Latinoamericana, y si bien yo estoy estudiando Inglés formalmente, diría que la mayor parte de mi habilidad en el idioma se lo debo a la lectura.
Poder leer en más idiomas además
del propio es bacán, más que bacán. No solo se puede acceder a muchísima
información que sencillamente no existe en tu idioma nativo (lo que amplía de
forma abrumadora el conocimiento a tu disposición), sino que experimentas la
majestuosa posibilidad (esto es lo que más me emociona) de poder leer
textos prácticamente tal y cómo salieron de la pluma del autor.
Por supuesto, siempre existe la posibilidad de que los editores intervengan un
poco los manuscritos originales, sin embargo, leer un libro en el idioma que
fue escrito nos ahorra el catastrófico evento de tener que leer una
traducción.
Las traducciones son
terribles. Que me perdonen los traductores de corazón, pero
honestamente muy – muy – pocas veces en mi vida me he enfrentado a una
traducción satisfactoria. La sola traducción de los nombres ya me genera cáncer
(podría escribir todo un libro de quejas y odio frente esta barbaridad) pero
perdonémoslo pensando que los editores obligan a los traductores a hacerlo. Sin
embargo, al comparar libros en Inglés versus su versión traducida en Español he
descubierto omisiones de expresiones importantes tan groseras que desde que
empecé a leer en Inglés que intento leer absolutamente todo libro
que fue originalmente escrito en Inglés, en Inglés. Por supuesto que no siempre
se puede, a veces me regalan libros (aprecio mucho que me regalen libros,
mucho) en Español y jamás me atrevería a quejarme sobre ellos, pero cuando está
en mi mano decidir sobre uno, siempre intento escoger la versión más
original posible.
Leer en Inglés no es difícil.
No es complicado, no es un demonio, ni muchísimo menos algo de temer. Leer en
Inglés es una de las mejores cosas que podrían hacer. No solo por lo que dije
anteriormente, sino también por los motivos obvios: en el mundo globalizado en
el que vivimos actualmente, nos guste o no, saber Inglés vale oro. Y la mejor
forma para empezar a aprenderlo, es leyendo. Es entretenido, es práctico, es
eficiente, pero he aquíthe trick: requiere paciencia,
esa es la única parte complicada.
El primer libro que me leí en
Inglés, a los 15 años, fue The Host (La Huésped) por Stephenie
Meyer, la misma autora de Crepúsculo, Edward, Bella y el romance
adolescente (eran buenos libros, yo soy defensora de Meyer, pero opositora de
las películas). Recién estaba revisándolo desde mi perspectiva actual, y para
partir, el Inglés no era muy sencillo. Tampoco difícil, pero no les aconsejaría
partir con The Host. Considerando lo mismo, me demoré tres meses en
leer la primera mitad del libro (300 páginas aprox, de un total de 600)
pero tres semanas en leer la segunda.
Esto ocurrió porque pasé la
primera mitad del libro aprendiendo vocabulario nuevo. Al principio era
ligeramente frustrante porque no entendía casi ninguna palabra, pero no
olvidemos que era un libro especialmente difícil considerando mi edad, mi nivel
de vocabulario en Español, y mi nivel de vocabulario en Inglés en aquél
entonces. Pasé esos tres primeros meses avanzando una página por hora, porque
entremedio me dedicaba a buscar todas las palabras que pudiera y que no
entendiera en el diccionario (y a la antigua, porque en esa época todavía no
existían los Smartphones). Insisto en “todas las palabras que pudiera” porque
nunca podía buscarlas todas, y eso es algo que no se puede hacer hasta que tu
Inglés es casi perfecto y por página encuentras 2 palabras que no entiendes en
lugar de 20. Eran tantas, que intentaba escoger las que me parecieran más
importantes, y las demás intentaba sacarlas por contexto. Como en aquél
entonces para mí era pecado rayar los libros, pegaba papelitos en cada página
anotando el vocabulario nuevo, y cada vez que me enfrentaba a una palabra que
no sabía qué significaba, o la buscaba en los papelitos, o en el diccionario.
Mi proceso de lectura con el primer libro que leí en Inglés |
Así pasaron tres meses, tres
meses de esfuerzo, pero no de sufrimiento porque el libro me gustaba. Siempre
que guste el libro, uno no tendría por qué sufrir ni frustrarse demasiado al
principio. Además, después de avanzar un poco en un libro, las palabras
comienzan a repetirse y cada vez se tienen que buscar menos y menos. Llegada la
mitad del libro, si bien todavía había varias palabras que no entendía, me
sentí con la seguridad suficiente para poder leer toda la segunda parte de un
tirón, recurriendo muy poco al diccionario. Y cuando terminé, mi cerebro había
absorbido un turro inmenso de vocabulario, expresiones, y formas verbales que
no habría podido absorber en tres meses de ninguna otra forma.
Actualmente, mi lectura en Inglés
es bastante más fluida, pero todavía me demoro mucho más que cuando leo en
Español, y ello es algo a lo que sencillamente tendrán que resignarse. No les
voy a mentir: leer en Inglés es más lento y más agotador. Después de que la
mayoría de los libros que leo son en Inglés, leer libros en Español es genuinamente relajante,
sin embargo, leer mis libros favoritos en sus versiones originales al mismo
tiempo que perfecciono una herramienta que me servirá para toda la vida, es
poderosamente reconfortante, especialmente cuando terminas el libro, cuando
sientes que lo lograste y que insertaste un nuevo chip repleto de información
maravillosa a tu cerebro.
Algo importante a la
hora de leer en Inglés es la complejidad del libro. En general casi todos los
libros tienen un nivel medio, ni muy difíciles ni muy fáciles. Pero hay algunos
que son más amigables para comenzar, y hay otros que ni siquiera los mismos
gringos pueden leer sin un diccionario en mano.
David Foster Wallace es un
escritor que conocí hace mucho tiempo gracias a la publicación de una porción
de uno de sus ensayos en un diario local. Me enamoré de él, y tengo dos de sus
libros. Sin embargo, su forma de escribir es tan difícil, tan compleja, tan
desarrollada, tan – quizá – exageradamente elevada, que todavía no puedo
leerlos. Incluso los mismo gringos se ríen un poco de la complejidad de su
escritura, por lo que lo he dejado ahí, y estoy esperando a sentirme lo
suficientemente segura con mi Inglés para embarcarme en ellos.
Un libro que SIN DUDA sugiero
a las personas que quieran comenzar a leer en Inglés es mi libro
favorito de la vida: The Cather In The Rye (El Guardián
Entre El Centeno) por J. D. Salinger. Me parece que cualquier persona que
quiera embarcarse en esta misión debería comenzar por este libro. Es un clásico
de la literatura Norteamericana, es un libro maravilloso, es mi libro favorito
(muy importante) y su Inglés es muy fácil. Utiliza mucho slang lolein que estoy
segura que muchos ya deben conocer, vocabulario sencillo (porque se supone,
también, que el muchacho que narra todo el libro no es particularmente intelectual
por lo que no tendría que usar palabras complejas), es un libro cortito y muy
entretenido.
Después de ese, denle con los que
gusten, con los que les tinquen, con los que les sugieran, con los que se
animen. Algunos otros tips:
1. Lean libros que ya leyeron en
Español, pero ahora en Inglés (y que claramente les hayan gustado). Si su libro
favorito está originalmente escrito en Español, igual, aunque sea una
traducción, anímense a leerlo en Inglés para partir.
2. Lean libros cuyas adaptaciones
cinematográficas hayan visto, o que para bien o para mal sean libros
infinitamente populares y por ende, accesibles (con historias y/o nivel
lingüístico sencillo y/o entretenido). Ejemplos: The Perks Of Being a Wallflower, The Fault In Our Stars (de
los más recientes, populares y loleins), Girl, Interrupted, American Psycho,
The Exorcist, The Amytiville Horror, The Lord Of The Ring, Harry Potter,
Twilight etc. Y no olviden que los libros en Inglés a través de
Bookdepository son ridículamente baratos.
3. Al partir, anoten en alguna
parte el vocabulario nuevo. Ya sea en el libro (actualmente yo lo hago así,
anoto encima de cada palabra que desconozco su significado), o en una hojita
aparte, pero anótenlas. El mecanismo de escribir ayuda mucho a
recordar.
4. Para la traducción de palabras
específicas, mi diccionario favorito es Wordreference. Para
traducción de expresiones y frases, aunque mi profesor de Literatura me
asesinaría, Google Translator no es una mala opción. Ambas son
páginas rápidas y que además tienen disponibles apps relativamente eficientes.
Pero no ocupen Google Translator para traducir el libro completo, insisto en
que lo usen solo para traducir frases de más de una palabra, que por lo mismo
Wordreference encontraría con más dificultad.
![]() |
Mi actual equipo de lectura en Inglés :-D |
¡Anímense! Y si se animan me
cuentan. Un abrazo muy grande, realmente espero que este post los entusiasme, y
muchas – muchas - gracias por leer y comentar <3
No hay comentarios:
Publicar un comentario