Hace mucho tiempo que tenía ganas
de escribir esta entrada. Vengo recopilando las ideas y la intención hace
tiempo, y finalmente el lunes me decidí a escribir esta serie de tips con
cosillas que me habría gustado recibir antes de que tuviera que descubrirlas
por mí misma. Intenté publicar la entrada durante la semana, sin embargo – para
variar – el tiempo escaseó bastante, y además del texto quería colocar algunas
imagencitas que amenizaran la extensión del texto. De todas formas, hoy estoy
acá, por lo que dejo con ustedes:
Leer está considerado
universalmente como uno de los placeres más fantásticos y maravillosos del
universo (personalmente me adhiero a dicha aserción). Sin embargo, muchas personas si bien admiten que les gusta leer,
sencillamente sienten que no tienen tiempo para ello, por lo que entre
estudiar, trabajar, muchas veces hacer ambas cosas al mismo tiempo, y peor
todavía si se tienen familias por las que velar (hijos, pareja, etc), sencillamente muchas personas que gustan de
la lectura, ya casi no leen.
Hoy vengo a contarles que sí se puede. Parece un pésimo
eslogan publicitario, pero es verdad. Las medidas que hay que tomar para lograr
hacerse un tiempo para la lectura son muy sencillas, sin embargo, hay un solo
detalle que sí requerirá bastante de su parte, y es lo que suele detener a la
mayor parte de las personas. Con este preámbulo es con lo que procedemos al
primer tip:
1. Desarrollar disciplina:
Procedamos con los tips menos
dolorosos ahora.
2. Aprovechar todos los espacios libres menores o “espacios muertos”
para leer:
Si bien muchas veces sentimos que
en términos generales casi no tenemos tiempo ni para respirar, si nos fijamos
en detalle, generalmente existen varios espacios menores a lo largo de nuestro
día en los que no hacemos absolutamente nada (o nada productivo) durante
algunos minutos. Estos espacios menores pueden ir desde 10 minutos mientras se
cocinan los fideos, hasta 1 hora o más que es lo que muchos nos tardamos en
trasladarnos de un lugar a otro en micro. Si sumamos todos estos instantes, por
lo general nos dan una buena cantidad de tiempo en el que podríamos avanzar un
par de páginas. No esperen avanzar la mitad del libro de golpe, pero piensen
que una o dos páginas, aunque parezca poco, es
avanzar, poco a poquito.
Algunos ejemplos de “espacios
muertos” en los que podrían leer (en lugar de ver el celular, como muchos
hacemos - me incluyo -) son:
a) Leer en la micro o cualquier vehículo en movimiento que no estemos
manejando nosotros. Muchos estudiamos durante este tiempo. Si algún día
tienen el día libre, podrían leer un libro. Para las personas que se marean en
vehículos en movimiento, les sugiero siempre llevar con ustedes algún caramelo.
Masticar chicle o comer un dulce, por motivos maravillosos y desconocidos (o
que yo al menos desconozco) ayuda a no marearse. Yo siempre llevo cantidades ridículas de chicle en mis carteras y
bolsos porque me mareo hasta mirando la hora.

c) Leer mientras algo se cocina.
d) Leer en salas de espera.
e) Leer algunos minutos antes de dormir. Todos nos vamos a dormir
en algún momento de alguna forma u otra y siempre nos tarda algún tiempo.
Dependiendo del cansancio que sientan, a veces puede ser algo complejo leer siempre antes de irse a dormir. Sin
embargo, en caso de que no estén haciendo nada relevante antes (como revisar
Facebook en el computador, ver tele, jugar algún juego, etc.) no nos cuesta
nada desocuparnos un ratito antes de estar desfalleciendo de sueño y acostarnos
a leer hasta que se nos empiecen a cerrar los ojos. No hay por qué dejar de
hacer lo que estábamos haciendo mucho antes, basta con unos 15 minutos. Aunque a veces me cuesta, intento
siempre leer un poco antes de dormir. No se alcanza a avanzar mucho, pero insisto,
una o dos páginas es avanzar.
Por ahora no se me ocurren más
espacios muertos, pero si a ustedes se los ocurren ¡no duden en compartirlos en
los comentarios!
3. Ponerse metas realistas.
Ponerse metas siempre es sano.
Las aspiraciones son sanas para el transcurso general y constructivo de
nuestras vidas, por lo que ponerse una meta realista y alcanzable en lo que
respecta a lectura muchas veces puede servir de buena motivación. He sabido de
algunas personas cuya meta es leer 40 libros al año. Personalmente me parece un
poco exagerado si se quieren leer libros buenos y que requieran un poco de
demanda mental, pero 1 o 2 por año creo que es un buen inicio. También se
pueden colocar pequeñas metas a corto plazo. Leer 5 páginas por día, 1 capítulo
por día, 1 capítulo por semana. Mi meta anual siempre son 12 libros, más o
menos calculando 1 por mes, aunque no siempre suele funcionar así, algunos
meses no leo ninguno, y otros, especialmente durante las vacaciones, alcanzo a
leerme 3. A veces termino el año justa, y otras veces alcanzo a leer más, pero
tener esa meta en mente siempre ayuda con la motivación al saber que tienes
algo que alcanzar; tal y como lo dice la palabra, “una meta” donde llegar.
Muchas veces sencillamente no es
el momento para determinado libro. Muchas veces queremos leer X título, pero
llevamos 30 páginas y de pronto nos damos cuenta que no está tan bueno como
queríamos, que es demasiado sesudo, o demasiado liviano, o demasiado serio, o
demasiado poco serio. Con los libros pasa parecido a con las canciones, muchas
veces tus ganas de leer X libro dependen muchísimo de tu estado de ánimo, de la
etapa por la que estés pasando, de lo que necesites leer. Que no te guste un
libro en determinado momento no significa que no te pueda gustar después, sin
embargo, en el ahora, considerando tu falta de tiempo, no pierdas el
poco tiempo libre que tienes leyendo libros que no tienes ganas de leer.
Infinite Jest, de David Foster
Wallace, lleva bastante tiempo esperando en mi librero. Hace mucho que tengo
ganas de leerlo, pero tiene un Inglés demasiado avanzado y complejo para que
pueda disfrutar leyéndolo durante el año académico. En el verano también lo
intenté, pero demandaba más esfuerzo mental del que estaba dispuesta a dar este
verano. Por lo mismo, lleva esperando algún tiempo, y así será hasta que sienta
que es el momento para leerlo. Ahora, hace poco, intenté leer Invisible
Monsters de Chuck Palahniuk. Sigue siendo un libro que quiero leer con mucho
ahínco, y sin duda no está abandonado para siempre, nunca abandono un libro
para siempre, pero no tenía el ritmo ni el tipo de historia que necesitaba en
este preciso instante. Después de algunos intentos, también con Pride and
Prejudice de Jane Austen, finalmente me agarró The Haunting of Hill House de
Shirley Jackson. Y ahora sí estoy leyendo un libro que tengo ganas de leer, ahora.
Un libro que me tiene lo suficientemente enganchada para leer en la
micro o llevármelo al baño.
Este tip puede parecer algo poco
realista considerando que en Chile los libros son caros y las bibliotecas
restrictivas; podría ser algo difícil tener varios libros a mano. Sin embargo,
aunque a veces cueste un poco lograrlo, se puede, existen opciones para
adquirir libros a precios más económicos. Como muchas otras veces ya lo he
dicho, mi opción favorita es http://bookdepository.com
, tienen libros baratos, de muy buena calidad y de lo mucho que los quiero
deberían auspiciarme. En caso de que les sea sencillamente imposible adquirir
libros por éste medio, sus amigos tampoco quieran prestarles algún título, no
tengan a nadie a quién pedirle libros, y no conozcan ninguna biblioteca que los
satisfaga, les sugiero investigar muy
bien un libro antes de comprarlo en las librerías tradicionales. Dense el
tiempo de leer las primeras páginas en la librería, busquen comentarios en
internet, intenten incluso buscar extractos. Hagan todo lo posible para que el
libro que vayan a escoger leer, les guste.
Y finalmente
5. Lleven siempre un libro con ustedes.
Uno nunca sabe cuándo puede
aparecer la instancia o las ganas de leer, por lo que les sugeriría que siempre
– siempre - lleven un libro con
ustedes. En sus mochilas, en sus carteras, en sus bolsos, en sus maletas, dónde
sea. Siempre lleven un libro, y si cambian de bolso o cartera ¡no olviden pasar
el libro de un lugar a otro también! Yo siempre llevo un libro a todas partes,
y siempre que se me olvida, me dan ganas de leer. Es terrible, por lo que para
nunca les falte, siempre tengan uno con ustedes.
Así es como terminan los tips que
se me ocurrieron y que al menos personalmente sigo o intento seguir todo lo que
pueda. Espero no haberlos aburrido demasiado y que los tips realmente funcionen
como tips (he repetido tantas veces la palabra “tips” que está empezando a
perder sentido) y los ayuden a mejorar su desempeño como lectores y optimizar
su tiempo.
Como siempre, agradezco muchísimo
sus comentarios <3 al final, saber que las cosas que escribo le llegan o
sirven a alguien es lo que me motiva a continuar con el blog, por lo que genuinamente
agradezco muchísimo sus comentarios, aportes, manifestaciones de apoyo, cariño,
y palabras bonitas.
Por cierto, si a ustedes se les ocurre algún tip nuevo, no duden en
dejarlo en los comentarios. Se agradecerá mucho :D
¡Tengan un muy buen fin de
semana! espero que nadie tenga que estudiar demasiado. De no tener que hacerlo,
léan, jiji. Un abrazo.
PD. Estoy planeando un concurso muy
choriflai para éstos próximos días, ojalá se animen a participar cuando lo
lance. El premio será bien interesante. Asique atentos, muajaja.
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