Acabo de volver de dos
maravillosas semanas de vacaciones.
Como es posible notar a través de
mis últimos posts (he decidido comenzar a abrirme más acá, a sentirme con la
libertad de no solo escribir críticas, sino también a plasmar mis reflexiones
aleatorias y sentimientos) hasta hace poco no me sentía muy bien. Entre el robo
de todas mis cosas y reflexiones desesperanzadoras varias, francamente hace
mucho tiempo que no me sentía tan deprimida y con ganas de llorar tan
frecuentes.
Sin embargo, justo a tiempo
salieron estas vacaciones. Y pasé dos maravillosas semanas en la playa con mi
pololo, en las que pude distraerme, llenarme los pulmones de aire puro, el alma
de amor, el estómago de comida deliciosa, leer mucho, chapotear mucho en el mar
y hacer hoyitos en la arena cerca del agua para crear mini represas y ríos,
como cuando era niña (seguiré haciendo esto en lugar de tomar sol hasta que sea
una anciana).
Como no tengo mi teléfono y allá
no hay internet, me desconecté totalmente, lo que lejos de ser desesperante,
resultó particularmente refrescante y agradable. Aprovecho de disculparme por
tardar tanto en contestar los bonitos comentarios que han estado dejándome.
Temía regresar a Santiago. Si
bien lo había pasado genial, la capital me traía los recuerdos de la depresión,
los malos ratos y la realidad, y en el camino de regreso venía muy nerviosa.
Sin embargo, la capital decidió darnos una agradable bienvenida con una inusual
y deliciosa lluviecita, y me sorprendieron con la noticia de que pronto podré
volver a tener mi celular.
Siento que las cosas mejoran otra
vez, estoy contenta nuevamente, pero no quisiera bajar la guardia. Todavía
recuerdo y todavía me apeno, pero siento que el universo esta otra vez
sorprendiéndome con oportunidades inesperadas. Como lo han sido además las
clases particulares de Inglés que estoy haciendo, y una traducción prometedora.
No quisiera aburrirlos con posts
infinitos. Siento que últimamente me extiendo demasiado, no porciono bien mis
escritos, hablo de demasiadas cosas en uno solo y termino con un mamotreto que
da mucha lata leer ¿les gustarían escritos más breves? ¿o les gustan igual
aunque sean largo?
1. ¡Al volver a Santiago me
encontré con que el último pedido que había hecho a Bookdepository había
llegado! Por lo que me sentí todavía más como en Navidad. Los libros que
encargué (y que llegaron) fueron: Invisible
Monsters de mi amado, amadísimo Chuck Palahniuk (tengo muchísimo que
escribirles de él, lo quiero tanto, le daría muchos abrazos); The Exorcist (El Exorcista) por William
Peter Blatty, efectivamente el libro en el que está basado la tan clásica
película; y por último The Haunting of
Hill House, por Shirley Jackson, aparentemente una de las maestras clásicas
de la literatura de terror – literatura en la cual últimamente estoy muy
interesada -.

3. Tengo un rollo repleto de
fotos análogas que espero enviar pronta y rauda a revelar, y posteriormente
compartir con ustedes. Todavía me quedan 3 fotos por tomar eso sí para que se
termine, pero ya pronto capturaré tres imágenes más.
4. Acabo de escribir una especie
de “editorial” o “misión” de la porción literaria de mi blog. Me entusiasmé
mucho escribiéndola, y fue un intento de darme un empujoncito a mí misma, como
motivación, y un intento de darle más peso a esa porción de mi blog. Siempre
había sentido que podía ser un poco ostentoso o “sobrado” ir mencionando los
libros que voy adquiriendo por Bookdepository y que tengo en mi lista de libros
inmediatos por leer, pero después de pensarlo un poco, me di cuenta que pensar
que era ostentoso o sobrado era una tontera y que podía cumplir mi misión
literaria de forma más expedita y emocionante si hacía lo mismo que hago en
Goodreads, acá, con más palabras y más sentimientos. En caso de que quieran leer mi “proyecto literario”, cosa a la que los
invito con mucha emoción (en realidad es más bien una “misión” pero la
palabra “misión” me recuerda demasiado a los colegios y sus “misiones” cursis)
pueden hacer click aquí o en
el botoncito que coloqué a mano izquierda (también modifiqué un poco mi descripción).
Me extendí igual y hablé de
muchas cosas, pero tengo el consuelo de que al menos (parece) apliqué aunque
fuera un poquito de síntesis en cada una de ellas.
Espero que todos estén pasando
unas muy agradables vacaciones, y agradezco profundamente todas las
manifestaciones de apoyo y cariño que he recibido en estos tiempos difíciles.
Realmente muchas gracias <3 pretendo regresar pronto con la crítica de
Wuthering Heights.
Siempre me sentía muy ñoña
enviándole abrazos a un público más o menos invisible, así como en la tele,
pero hoy estoy contenta asique les mando muchos abrazos.
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