Finalmente, finalmente, después
de un semestre largo y particularmente difícil, me terminé The Haunting Of Hill House, por
Shirley Jackson. Siento que hace tanto tiempo no escribo una reseña, que
temo que me salga fea y mala, por lo que desde ya me disculpo ante una eventual
falta de prolijidad.
Mi primera sensación después de
voltear la última página fue: qué.
Apenas terminé el libro, esas
inseguridades de mi manejo del Inglés volvieron a atormentarme ligeramente
porque lo cierto es que desde la mitad del libro en adelante las cosas se ponen
algo confusas. Temí que – como me ha
pasado otras veces, aunque afortunadamente creo que mi inseguridad en esto está
disminuyendo – mi todavía no dominio total del Inglés me hubiese jugado una
mala pasada y que realmente las cosas no hubiesen sido tan confusas como me
pareció leerlas. Sin embargo, acabo de leer algunas reseñas escritas por otras
personas (hablantes de Inglés nativos) y, afortunadamente, me di cuenta que no
es que yo haya entendido las cosas mal, sino que efectivamente Shirley escribe así.
No quisiera entregarles una mala
impresión de la buena Shirley, su escritura es ligeramente confusa, pero no más
que la de un libro que juega con la
realidad y la percepción del lector a través de la percepción de los personajes.
Recordemos que leer un libro en un idioma que no es el nuestro suele
transformar las cosas relativamente
confusas en ligeramente más confusas, por lo que no es que
a la escritura de Shirley le falte algo (es
perfecta) sino que a mí me falta
dominio del Inglés para no confundirme con técnicas narrativas ligeramente más
complejas, más elevadas, más geniales de lo normal. Estoy segura que leer este
libro en español debe ser una experiencia más aterrizada y menos volátil.
The Haunting Of Hill House, trata de un doctor que investiga
fenómenos paranormales desde una perspectiva científica, que decide invitar a
dos jóvenes mujeres cuyas vidas se han encontrado en breves ocasiones con lo
paranormal, más a un heredero de la casa, a Hill House, una casa/mansión gótica
antiquísima de terrible fama, para
investigar en primera persona los fenómenos paranormales que – se dice –
ocurren allí.
“Hill House, not sane, stood itself against its hills, holding darkness within; it had stood so for eighty years and might stand for eight more. Within, walls continued upright, bricks met neatly, floors were firm, and doors were sensibly shut; silence lay steadily against the wood and stone of Hill House, and whatever walked there, walked alone.”
{Hill House, no cuerda (sutilezas
del Inglés, una forma bonita de decir “demente”, “loca”), se levantaba en
contra de (“apoyada en”) sus colinas, conteniendo oscuridad en su interior; se
había sostenido de esta forma durante ochenta años, y podría sostenerse (de ésta forma) por
ochenta más. En su interior, las paredes permanecían derechas, los ladrillos
encajaban perfectamente, y las puertas estaban prudentemente cerradas; el
silencio reinaba incesantemente en contra de (“apoyado en”) la madera y la
piedra de Hill House, y lo que fuera que caminara allí, caminaba en soledad.}
Tal y como lo narra Shirley, con
una prosa femenina, dulce, suave, particularmente bonita y sensible; Hill House
es una casa maldita desde los cimientos. Está construida de forma antinatural,
insultando todo paradigma de belleza arquitectónica, de forma que todo está
ligeramente chueco, sin embargo, calza perfectamente en medio de su
imperfección. Las puertas están construidas de modo que permanezcan cerradas y
las habitaciones están dispuestas en formas de círculos concéntricos, lo que
dificulta muchísimo el transitar entre ellas.
Antes de leer el libro en sí,
todo lo que leía en torno a él parecía prometer una historia de casas
embrujadas corriente (aunque con una maestría literaria particularmente
superior). Sin embargo, The Haunting Of Hill House resultó ser una novela de
terror bastante distinta del resto. Lo que es interesante, es que durante el
desarrollo del libro notamos que tanto el doctor como las personas con las que
fue a la casa, esperan una casa embrujada tradicional, con historias de
espíritus errantes debido a algo que los hizo permanecer atados a la dimensión
de los vivos, pero Hill House también los sorprende a ellos. Hill House no
tiene fantasmas, o ello es lo que parece – ésta es una de las áreas que queda a
juicio del lector – sino que la casa
es la que está embrujada, la casa, la casa en sí es como si estuviera viva
y fuese la que cubre con un manto sobrenatural a todo aquél que ingrese a ella.
Tal y como mencionaba
anteriormente, es importante hacer hincapié en la gran cantidad de información
que Shirley deja al lector para interpretar por su cuenta. Existen muchas
cosas, muchas señales, muchos detalles, que jamás son explicados en el libro,
pero que no pueden quedar al azar:
desde quién o qué era el causante de las manifestaciones en Hill House, hasta
por qué tenía Mrs. Dudley que guardar siempre la vajilla a la misma hora. Sin
embargo, se nota, gracias a la prolija y preciosa narrativa de Shirley Jackson,
que todos esos cabos no quedaron sueltos porque
sí, sino que ella decidió que así fuera, porque hay un motivo, porque ella
decidió que cada lector se permitiera darle la interpretación que considere
apropiada para el libro.
¿Si recomiendo este libro? Sin
duda alguna. La calidad prometida se cumple. Shirley es una maravillosa
escritora y hace tiempo que no me maravillaba tanto con la belleza de una forma de escribir, menos en Ingles.
Desde la primera línea, que habla de la sanidad y los sueños, que quedé
completamente prendida de su narrativa. Sin embargo, lamento muchísimo decir
que en lo personal, esperaba disfrutar más de este libro de lo que lo disfruté.
Claramente, lo disfruté, pero he disfrutado más otros libros. No porque el
libro sea malo, para nada, sino
porque sencillamente no era lo que quería leer.
Si buscan personajes
aterrorizados, espíritus errantes, o escenas entrañablemente perturbadoras (que
es lo que yo buscaba), no las encontrarán en The Haunting Of Hill House. Pero sí encontrarán a personajes con una
psicología interior compleja e individual, maravillosas descripciones de una
construcción surreal y particularmente perturbadora en su rareza, y una
narrativa hermosa, admirable exponente de la belleza y la fortaleza femenina.
Yo digo que si tienen la posibilidad
de leerlo, háganlo; existe en Español, es cortito y es de una calidad que sí o
sí deja huella en el lector. Si alguien después lo lee, o ya lo leyó, lo invito
a comentar qué le pareció :-D Lo que es yo, me gustó muchísimo la prosa de la
buena amiga Shirley, por lo que pretendo seguir leyéndola, especialmente “The
Lottery”, uno de sus escritos más celebrados, ahí les contaré cuando lo lea.
Como siempre, agradezco muchísimo
sus comentarios <3 muchas gracias por los bonitos mensajes que me dejaron en
la entrada anterior, los ánimos, la buena onda, y los bonitos sentimientos.
Realmente los aprecio mucho, y quisiera mencionar que cada comentario diciendo
que les gusta el blog, que los hace sentirse identificados, que los entusiasma
con la lectura, me hace sentir que mi labor vale la pena <3 y me energiza
todavía más de ganas para seguir con esta plataformilla. Realmente muchas
gracias <3
Tengo en mente muchas otras cosas
para escribir y publicar por estos lados próximamente, por lo que ¡espero
volver pronto! Un abrazo grande, y muchas gracias por leer.
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